9.5.11

Gabrielle detrás de Coco. Un análisis de Chanel a través de la personalidad rebelde.



Lucía Torres


"El buen gusto estropea ciertos valores espirituales auténticos: como el propio gusto."

Gabrielle Coco Chanel.



Chanel detallando un vestido en su taller.



Coco Chanel, reconocida como la primera diseñadora que se consolidó a si misma cual ícono de moda, es ahora un referente indispensable al hablar del gran auge postmoderno que significa el culto a las grandes marcas de ropa.


La identidad de éste gran consorcio, se convierte al parecer con mas fuerza en la máscara que identifica, a un gran número de fashionistas al rededor del mundo. El rostro, y la imagen de las prendas, responden directamente a la personalidad de su fundadora, quien paradójicamente buscaba muy en lo profundo lanzar un discurso sobre el rol de la mujer en la sociedad, mas allá de iniciar un nuevo estilo de vestir que transformaría para siempre la historia.


Gabrielle, tenía a muy temprana edad la intensión de convertirse en una gran cantante de cabaret, el abandono por parte de su padre en un orfanato, así como la muerte de su madre le habían forzado a crecer de manera independiente y algo solitaria. La pequeña Coco, vivía en un mundo de sensaciones, en donde una buena parte del tiempo percibía el sufrimiento generado por el género masculino y por la subordinación a éste. De ahí que su personalidad indómita, le llevara a buscar en la superficialidad, la equidad de género que percibía en lo más profundo.


Para cambiar el curso de la historia se precisa tener rebeldía. Deambulando entre las mujeres del “el buen vestir”, se contrapuso una afirmación repleta de coraje y pasión que soltó las riendas de un deseo, que invadía a un gran número de damas de la época. Ser rebelde es sobre todo una afirmación, es un discurso, es tener el poder de decidir. Por medio de trajes andróginos ( como el conocido “Chanel Suit” de saco sin solapa), de la utilización de prendas masculinas y su adaptación para un público femenino (camisas, corbatines, sombreros),con una bandera de sencillez por un lado y la comprensión de las inquietudes del entorno por el otro; Chanel le dio cabida a una nueva forma de mirar la vanguardia. Que debajo de nuestras narices, entre los temas que no hablamos, se alojaba. Para ella la ropa debía ser cómoda, su función para comunicar sería justa con las féminas permitiéndoles externar control y autonomía tanto como a cualquier caballero. Era su manera de quedar a mano con los abandonos y tristezas que le había proporcionado el género contrario. Su forma de demostrar que con iguales oportunidades obtendríamos similares resultados.




El primer traje realizado por Chanel con tejido de Jersey


"La moda reivindica el derecho individual de valorizar lo efímero." Señalaba la diseñadora, mientras afirmaba nuestra capacidad de cambio en relación con las dinámicas sociales. Sin embargo, la rebeldía implica resentimiento, tristeza, añoranza, es una conclusión a la que se llega por medio de las sensaciones. La transparencia en las decisiones de Gabrielle Coco Chanel, yace en su historia. No es casualidad que mientras Dior y Poiret bautizaban sus perfumes con metáforas románticas, ella las enumeraba en una aparente racionalidad fría. (Chanel N.5).


Su personalidad entera simbolizaba una ruptura con la anterior noción de la moda, a los 70 años en 1954, declaró para Vougue, sentirse halagada por las insistentes copias que se hacían de su estilo, según ella si sus prendas no eran retomadas y usadas en gran escala “no serían moda, sino una excentricidad, un vestido elegante”. Fue pionera en utilizar el tejido de jersey para prendas exteriores (que anteriormente sólo se usaba en ropa interior).


Su insistencia por re-significar la elegancia, su personalidad insumisa y lo genial en la ejecución de sus prendas, le valieron la identidad que aún ahora encierra en el traje sastre; autonomía, pasión, coraje, determinación, superioridad, todos estos adjetivos de un rebelde.


Albert Camus en “El hombre rebelde” señala: “Aparentemente negativa, puesto que nada crea, la rebelión es profundamente positiva pues rebela lo que hay que defender siempre en el hombre”. Coco, defendía su visión del mundo, y con ella zurció toda una nueva imagen de mujer que palpitaba desde lo profundo, las que ahora se identifican con su marca prueban lo indispensable de su rebeldía.




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